La
organización del aula de 0 a 6 años es un aspecto que pasa un poco
desapercibido pero que influye en el grupo-clase tanto o más que otras muchas
cosas, es por ello que en el siguiente post hablaremos de la importancia de la
organización espacial y daremos algunas consejos para sacarle el máximo partido
al espacio.
En primer
lugar hay que considerar la organización del espacio no solo como objeto de
aprendizaje para el alumno, sino también como un recurso metodológico del que
se hace servir el profesorado, y esto es así, la forma en la que organicemos el
espacio influirá en el desarrollo de los aprendizajes, nos permitirá evaluar
ciertos aspectos, eliminar conductas y potenciar otras muchas, por lo tanto hay
que tenerlo muy presente.
Pero antes
de sentarnos a pensar en la forma en la que queremos organizar nuestra aula hay
que tener en cuenta dos condicionantes imprescindibles: la arquitectura del
edificio y, por supuesto, las características de los niños.
La
arquitectura del edificio va a venir determinada por una serie de condiciones
físicas y pedagógicas que quedan establecidas en la legislación vigente y en
las que poco podremos intervenir, más que en hacer que se cumplan; no obstante
existe otro condicionante previo muy importante y que va a influir mucho en la
organización del aula: las características del grupo-clase. Tendremos presentes
aspectos como:
Edad de los niñ@s y en consecuencia grado de autonomía,
necesidades, aspectos que debemos favorecer más o menos, etc.
La cantidad de alumnado, pues no será lo mismo organizar
rincones para 12 que para 23.
La presencia de alumnado con NEE. Esto condicionará, sobre
todo, la ratio, además de que el espacio deberá adaptarse a las necesidades del
niño con NEE.
Bueno y
ahora que nos sabemos la teoría vayamos a la práctica. ¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza cuando te plantas
delante de una clase llena de bolsas y muebles descolocados? Yo suelo echarme
las manos a la cabeza . Os doy tres consejos:
- Saca todo fuera.
- Dibuja un plano de la clase con ventanas, puntos de luz y pizarras.
- Siéntate a reflexionar.
Yo lo
primero que sitúo siempre es la asamblea, y dos cosas que vienen un poco
condicionadas: las pizarras y el rincón del ordenador. Una vez tengo situadas
esas 3 cosas entonces doy el siguiente paso:
¿Cuántas
mesas necesito?
¿Cuánto
mobiliario quiero?
Odio tener
la clase llena de trastos, con lo que yo soy de las que tiendo a tener pocos
muebles y las mesas y las sillas justas. A veces eso es imposible y entonces mi
solución es pegar, lo máximo posible, los muebles a la pared. Necesito aire,
necesito respirar, moverme y sentir que se puede trabajar sin problemas.
Otra de las
cosas que suele traerme de cabeza son los rincones, básicamente porque me
encantan. Tengamos una cosa clara, si tu clase es de 23 alumn@s, olvídate de
tener más de dos o tres rincones, pero hay tres en particular que a mí siempre
siempre me caben:
Rincón
TIC.
Rincón
de la cocinita. (juego simbólico)
Rincón
de la biblioteca.
Para el
resto de rincones tengo una solución muy práctica, los rincones móviles. Los
materiales de lecto, de mates, juego simbólico, arte, etc. están casi todos a la mano pero se utilizan
en las mesas de trabajo. Si tu espacio te lo permite, mucho mejor que cada uno
ocupe su lugar en el aula y se pueda trabajar en un espacio particular. Que no
te cabe, podemos recurrir a buscarles un sitio para tenerlos organizados en el
aula o usar los típicos contenedores transparentes y apilables que iremos
sacando según las necesidades del momento.
Todo lo
anterior dependerá de la manera en la que nosotros queramos trabajar, igual
queremos prescindir de rincones y trabajar ese tipo de aspectos con talleres, o
quizás queremos combinas esas dos formas de organizar el espacio, en cualquier
caso y como bien hemos dicho antes, todo dependerá de nuestro alumnado, con lo
que hay una cosa que sí que será imprescindible, el espacio tiene que ser
totalmente flexible. Conforme vayamos conociendo a nuestros niñ@s tendremos que
ir adaptándonos a sus necesidades. veamos varios ejemplos:
En
una clase de 1 y 2 años seguramente utilizaría los típicos muebles de
almacenaje con los juguetes siempre al alcance de los niños, pero las sillas y
las mesas las introduciría de forma progresiva. No obstante nos encontramos con
clases de 2 años que aceptan muy bien las mesas y las sillas desde un
principio.
Si a mi "Yo" del
pasado le dijera que ahora nunca jamás pondría sillas y mesas en un aula de 1 y
2 años, seguramente me tomaría por loca.
En
una clase de 3 años comenzaría con los materiales de trabajo fuera del alcance
de los niños y conforme ganaran autonomía iríamos evolucionando en ese aspecto,
con lo que la organización espacial iría variando progresivamente. Hay clases
de 3 años que desde un principio pueden tener los materiales de trabajo muy a
mano.
Otra de las
cosas que me gusta decir es que para que un espacio funcione tiene que estar
ordenado, con los materiales al alcance de la mano y bien delimitado, y en este
aspecto yo llego a ser un tanto enfermiza. No podemos tener un rincón de la
biblioteca donde no haya espacio para leer un libro, un rincón TIC donde solo
quepa un niño o mesas y sillas que dificulten el tránsito. Lo que tengamos que
esté bien distribuido y delimitado, y para eso yo siempre tengo una solución:
cinta adhesiva de colores.
Os
sorprenderíais de las cosas que yo he conseguido con una simple cinta adherida
al suelo:
Mis
niñ@s de 2 años aprendieron a sentarse en la asamblea, a no salirse de la zona
de juego ni de trabajo, a hacer la fila, hicimos psico, construimos un parking
para coches, una carretera, trabajamos las formas, los colores, etc.
Es mi gran
aliada. Yo la utilizo mucho para delimitar las zonas y para mantener un poco el
orden. Con esto no pretendo tener a los niños metidos dentro de un espacio,
sino más bien aprovechar al máximo el aula y favorecer mucho más la autonomía.
Por último
quisiera decir que las paredes también son un recurso espacial muy útil y la
más importante será la de la asamblea. Una de las cosas que he aprendido este
año es que donde se ponga una asamblea bonita, de colores y completa que se
quiten las demás, y lo he aprendido porque yo he conseguido hacer la asamblea
más sosa de la historia, no por falta de material sino por falta de ¡¡¡COLORES!!!
La estética es importante y en eso estaréis de acuerdo conmigo. Además de la
pared de la asamblea aprovechar todas las paredes que estén a vuestro alcance,
inclusive la del pasillo, ¡¡¡Y el suelo!!! Los niñ@s de infantil juegan en el
suelo, ¿Por qué no vamos a aprovecharlo? Trabajar los trazos en el suelo es muy
divertido, trabajar parte de la asamblea en el suelo también, instalar algunos
conceptos del rincón en el suelo lo hará mucho más atractivo. Dejo volar vuestra imaginación.
Finalmente
no olvidéis que todo es susceptible de ser evaluado y la organización espacial
no iba a ser menos. Yo suelo dejar un tiempo para que los niñ@s se vayan
haciendo a este tipo de distribución y voy registrando las aspectos positivos y
los inconvenientes. Si son muchos los inconvenientes modifico algunos aspectos
y vuelvo a registrar resultados. Lo que está claro es que la pauta siempre nos
la darán nuestros niñ@s.
Bueno y
hasta aquí nuestra entrada de hoy, sé que no he dicho nada nuevo pero espero
haber ayudado con mi experiencia. En próximas entradas hablaremos de la
distribución de los niñ@s según las estructuras
Kagan (Aprendizaje cooperativo).