martes, 8 de marzo de 2016

PAN Y ROSAS


La desigualdad forma parte de la vida del ser humano, hay personas que pisan sobre otras, y esto pasa cuando hablamos de hombres y mujeres, cuando hablamos de clases sociales, cuando hablamos de razas, cuando hablamos de animales...ha pasado y sigue pasando todos los días, en pleno siglo XXI, y seguirá pasando mientras el mundo siga pensando que hay personas que tienen derecho a pisotear a otras, sin más, solo por ser quien o como son. 


Hoy, 8 de marzo, celebramos el día de la mujer trabajadora. No me gusta ese término, no me parece del todo correcto. Pienso que es un día para celebrar que hay gente que lucha contra las desigualdades en el mundo, que no solo existe la desigualdad de género, sino muchas otras cuya consecuencia acaba siendo la desigualdad de género. Que son muchos hombres los que también luchan porque cambien las cosas, y me parece honrado que ellos también puedan celebrar este día.


Pero ¿Por qué nace este día? ¿Quién lo inventó? Pues lo cierto es que no hay un momento ni una persona exacta, sino varios sucesos que colmaron el vaso y varias personas que decidieron que se necesitaba un cambio, y uno de ellos es bastante trágico. 140 mujeres morían calcinadas en una fábrica de textiles en la que trabajaban en condiciones infrahumanas. Lo hacían en 1909 y un año antes, un 8 de marzo, decidieron sublevarse al grito de ¡Pan y rosas!, exigían un aumento de salario y una mejora de las condiciones laborales, pero tales medidas nunca llegaron.


Sin embargo, sus derechos y el de muchas otras mujeres fueron defendidos por Luise Zietz y Clara Zetkin, en 1910,  quienes demandaban el sufragio universal para todas ellas. Ese mismo año se estableció el 8 de marzo como el día internacional de la mujer trabajadora, en homenaje a las 140 fallecidas en el incendio de textiles.


Y los primeros países en celebrar este día fueron Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca, un 19 de marzo de 1911. Se organizaron mítines en los que las mujeres reclamaban para sí el derecho a voto, el de poder ocupar cargos públicos, al trabajo, al de la formación profesional y a la no discriminación laboral.


No obstante, fue la gran Alexandra Kollontai quien consiguió institucionalizar el día de la mujer trabajadora, y desde ese momento empieza a conmemorarse en casi todos los países del mundo. España lo lleva haciendo desde 1936.



Y hoy tenemos la oportunidad de recordar y celebrar, de agradecer a todas esas personas su lucha en tiempos donde los derechos de las personas eran muy limitados, y mucho menos los de las mujeres. Es momento de agradecer que hoy día una mujer pueda ir caminando firme hacia la igualdad, pero todavía queda mucho trabajo por hacer y muchas mentes que cambiar, y ese no es un trabajo exclusivamente de mujeres, sino que debe ser una tarea compartida entre todas las personas del planeta. 

Debemos caminar hacia un mundo en el que se entienda que no es tan importante que el muñeco del semáforo lleve falda o pantalón, más que pensemos que ese mismo muñeco, lleve falda o pantalón, puede ser un hombre o una mujer, pues no nos diferencian nuestras ropas o nuestras acciones, sino nuestro sexo, únicamente.



Pero ya que hemos decidido celebrar el día de la lucha contra las desigualdades, me parece justo hacer mención a otras discriminaciones que han habido a lo largo de la historia y han dejado muchas secuelas hoy día. Me vengo a referir, sobretodo, a la lucha de la raza negra por conseguir la igualdad con la raza blanca, que, no sé muy bien porqué, hubo un tiempo en el que se consideraron superiores.

En el siglo XVII, los indígenas eran obligados a abandonar sus culturas, idiomas y a realizar trabajos forzados. Eran despojados de sus progenitores y vendidos como esclavos, y así vivieron hasta hace ni una década. Justo en ese momento nace la palabra que más separa hoy día a la humanidad: RAZA.


Las leyes de los EEUU limitaban los derechos de estas personas y entre sus limitaciones estaban las siguientes:


- No podían ocupar los asientos delanteros de los autobuses, y si no había asiento para  una persona de raza blanca, la persona de raza negra debía cedérselo. 

- Muchos lugares como fuentes y aseos eran reservados exclusivamente para los negros, para diferenciarlos de los blancos. Normalmente eran más pequeñas, viejas  y llevaban puesto un cartel con la palabra “colored”. 

- Los negros debían estar en casa a las diez de la noche.

- Había hospitales diversos para blancos y negros. 

- Los negros no podían votar. 

- Había escuelas para negros. 

- Y por último, como no, el KU KLUX KLAN, organizaciones que promueven el racismo y la homofobia, y que en su día fueron autores de asesinatos y diversos actos violentos hacia personas de raza negra. Todavía existe dividida en varias organizaciones muy pequeñas y bastante controladas por la justicia americana.



Cualquier persona que lea los siete puntos a los que nos acabamos de referir puede remontarse a dos o tres siglos atrás, pero nada más lejos de la realidad, por desgracia hablamos de no hace mucho más de 60 años, en un mundo que parecía que estaba emergiendo. 



Y ¿Quiénes fueron aquellas valientes personas que decidieron alzarse en pro de la igualdad entre blancos y negros? Pues, si tenemos que hablar de una precursora, iniciadora o persona valiente que dijo BASTA, estamos obligados a nombrar a ROSA PARKS. Rosa decidió no levantarse de su asiento en el autobús para cedérselo a una persona de raza blanca, esta fue detenida y condenada por desobediencia, pero fue el gran detonante de la lucha. 




Tras este incidente, varios líderes afroamericanos hicieron boicot a los autobuses Montgomery, y tras 382 de boicot se abolió la ley de segregación entre blancos y negros. Uno de los reyes de este movimiento fue MARTIN LUTHER KING, quien, desde ese momento y con ayuda de muchas más personas, luchó por los derechos civiles y consiguió, de la forma más pacíficamente posible, que se alcanzara la igualdad entre blancos y negros.




Y no nos equivoquemos, puede ser que las personas de raza negra hoy tengan los mismos derechos que las personas de raza blanca, pero la segregación sigue existiendo, los barrios, pueblos y refugios gueto también y la discriminación por cuestión de raza mucho más. 


Una persona muy sabia me dijo una vez que no existían las razas, existen las personas. Y con esta reflexión que invita a la IGUALDAD por encima de la superioridad de una persona sobre otra, os deseamos FELIZ DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA.
 






 

 

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