jueves, 3 de marzo de 2016

PREVENCIÓN DE ACCIDENTES



Es socialmente conocido que cuando un niño da sus primeros pasos comienzan también sus primeros golpes, caídas, rasguños, etc. Digamos que nos vamos encontrando con ciertos accidentes que nos ponen en alerta y es por ello que en el post de hoy hablaremos sobre los accidentes infantiles y su prevención, y además aprovecharemos para tratar las principales enfermedades infantiles.



En primer lugar decir que un accidente infantil es "Todo suceso eventual o fortuito que provoca daños en el niño de manera involuntaria", es decir, aunque se puedan prevenir, no podremos evitarlos.


La educación infantil es la etapa en la que más accidentes se suceden, la mayoría de ellos suelen ser caídas, colisiones, cortes o atragantamientos. Por lo tanto es en esta etapa cuando se deben promover, tanto en casa como en la escuela, actitudes encaminadas a prevenir este tipo de accidentes. 


Estas actitudes deben ser trabajadas por los propios padres:

  • Dejando fuera del alcance de los niños objetos, medicamentos y alimentos peligrosos.
  • Protegiendo esquinas, armarios, cajones y enchufes.
  • Enseñando a los niños a ir de la mano cuando caminamos por la calle.
  • Hacerles conscientes del espacio que les rodea y los peligros que conlleva.

En cuanto a los maestros:
 
  • Las aulas deben estar adaptadas a las características de los niños, por lo tanto también evitaremos cantos de pico y objetos peligrosos al alcance de los niños.
  • Puertas que abran hacia fuera.
  • Ventanas con cierres altos.
  • Termostato de agua caliente para que la Tª no exceda de 54ºc.
  • Evitar la existencia de piedras en el patio.
  • Sistema de seguridad que impida encerrarse en el servicio.
  • Determinaremos que zonas son seguras para que los niños corran y qué zonas no lo son.
  • Trabajar la educación vial en clase.
  • Trabajar con los niños los peligros de algunos materiales que aparentemente no son peligroso, como por ejemplo meterse plastilina por la nariz, correr con un lápiz en la mano, meterse arena en la boca o cortar con tijeras adaptadas otros elementos que no sean ni papel ni cartulina.


Finalmente, debemos incidir sobre los propios niños para que vayan interiorizando este tipo de normas y acepten y eviten posibles accidentes, además para que sean capaces de informar de un posible accidente y de cómo, cuándo y dónde se ha producido.


Pero, como bien hemos dicho antes, los accidentes se pueden prevenir pero muchas veces no se pueden evitar, en ese caso habremos de seguir una serie de pautas tanto en casa como en la escuela:

1. No perder la calma, no hay nada como estar tranquilo para encontrar solución al problema. Podemos pedir ayuda a alguien, y en el caso de los maestros, podemos pedirle a un niño que llame a otro maestro, en el caso de que hiciera falta.





2. Tranquilizar al niño. Si queremos que nos cuente lo que ha pasado primero debe estar tranquilo, para ello trasmitiremos tranquilidad, evitaremos que hayan más niños alrededor y no comenzaremos a hacer preguntas de forma masiva.


 3. Preguntar de forma clara y una pregunta detrás de otra. Tenemos que saber qué ha pasado claramente, así que la mejor forma es preguntar dónde le duele, con qué se ha pegado/rozado/cortado/atragantado... buscar la zona o el objeto en cuestión y dejar que hable el niño.

 4. Examinar la herida y tomar medidas. En la mayoría de casos con un botiquín a mano se solucionará el problema, en otros casos será necesaria la ayuda médica.  


Dentro de la prevención de accidentes un tema que será necesario trabajar son LOS PRIMEROS AUXILIOS.

Nos encontramos ante situaciones más graves como pueden ser atragantamientos, y en estos casos el tiempo corre en nuestra contra. Es aconsejable que tengamos algunos conocimientos sobre ello si trabajamos o convivimos con menores, para ello algunos ayuntamientos y asociaciones ofrecen cursos de primeros auxilios cada cierto tiempo. En cualquier caso, como más vale prevenir que curar, a continuación podéis ver las principales maniobras a llevar a cabo ante un posible atragantamiento, paradas respiratorias u otros casos que requieran de primeros auxilios:








Y ya, para finalizar con este post, a modo informativo hablaremos de las enfermedades infantiles más comunes, entre las que destacamos:


1. Enfermedades infecciosas que se propagan rápidamente: 

·         Sarampión.
·         Paperas.
·         Rubeola.
·         Varicela.

Son enfermedades muy comunes que suelen pasar todos los niños, pero deberemos tener cuidado para evitar su contagio.



2.    Enfermedades parasitarias que se pegan de unos niños a otros:
 
·         Piojos.

Suelen contagiarse al compartir ciertos artículos higiénicos como son los peines y cepillos, o por el contacto de unos niños con otros. Su aparición suele ser muy molesta y solo desaparecen lavando la cabeza al niño con vinagre o productos específicos y extrayendo uno por uno.
Para evitar infestaciones conviene mirar la cabeza del niño cada cierto tiempo.

3.    Enfermedades del aparato respiratorio: 

·         Faringitis.
·         Otitis.
·         Resfriado.
·         Bronquitis.
·         Neumonía.

No suelen ser peligrosas pero en ocasiones se pueden complicar, por lo que ante la presencia de fiebres altas será necesario acudir al especialista.

4.    Enfermedades del aparato digestivo: 

·         Diarrea.
·         Estreñimiento.
·         Vómitos.
·         Gastroenteritis.

No son peligrosas pero precisan de un seguimiento, pues suelen provocar deshidratación en el niño.


5.    Alergias: 

Cualquier tipo de alergia debe ser notificada en la escuela y a todas las personas que estén a cargo de los niños, además de proporcionar o informar del posible tratamiento. Existen las típicas alergias ambientales que suelen provocar problemas respiratorios y alergias alimenticias que tienen efectos mucho más graves, pudiendo provocar hasta la muerte.