martes, 18 de octubre de 2016

¿CÓMO TRATAR EL TEMA DE LA MUERTE CON LOS NIÑOS?



A menudo consideramos la muerte como cosa de adultos, y digo la muerte por no hablar de otros tabús como pueden ser las enfermedades terminales, las enfermedades de larga duración, el sexo, las drogas, etc. 

Los niños necesitan conocer y entender, porque son niños pero no son tontos. Algún día el mundo les mostrará la cruel o no tan cruel realidad y deberán enfrentarse a ella con las armas que nosotros les hayamos proporcionado, y de esto precisamente venimos a hablar hoy, de cómo tratar el tema de la muerte cuando el que tenemos delante no es adulto sino un simple niño que entiende y ve el mundo de forma diferente.

Existen muchas formas de definir la muerte, pero creo que la más acertada y con la que más nos vamos a sentir identificados es aquella que habla de ausencia, vacío y dolor. Y es que cuando hablamos de muerte no hablamos de la acción de morir, que en cualquier caso solo afecta al difunto y culmina para siempre en el mismo instante en que acaba la acción, sino más bien del cúmulo de emociones que sienten las personas que se quedan aquí.



La mayoría de las personas que estáis leyendo este post habéis sentido ese vacío alguna vez, para algunos de vosotros ha sido más grande y para otros más pequeño, pero en cualquier caso habéis conseguido llenarlo, se siente el vacío pero ya no tan profundo.

Conforme te vas haciendo mayor vas aprendiendo a manejar tus emociones, sigues sin entender mucho este mundo que nos rodea pero te entiendes a ti mismo, y eso te permite salir adelante. Un niño todavía no es capaz de comprender lo que le pasa, de traducir el vacío y el dolor en palabras, no maneja sus emociones y por ello es necesario tratar este tema con ellos. Pero ¿Cuál es la mejor manera?



Pues mejor manera no hay ninguna, lo mires por donde lo mires la muerte es un tema que duele y no tenemos la fórmula exacta para sacarte de este aprieto, pero sí que podemos darte una serie de consejos que te ayudarán y te harán más liviano este mal trago:

1. SÉ SINCERO
Como bien hemos dicho antes, los niños son niños pero no tontos. La muerte forma parte también de sus vidas y tienen derecho a saber la verdad. Mamá, papá, el abuelo o la abuela están en el cielo o se han ido de viaje ¡No sirve! Te aconsejamos que no utilices esas técnicas, por muy pequeño que sea el niño que tú le digas eso no le va a devolver jamás a su ser querido así que se valiente y dile la verdad. Es duro pero es lo mejor, le ayudará a enfrentarse a una realidad con la que antes o después, quieras tú o no, se topará.



2. CONTESTA A SUS PREGUNTAS
Seguramente tenga muchas cosas que preguntarte y eso es bueno porque el niño estará demostrando sus inquietudes relacionadas con este tema. Contesta a sus dudas, de nuevo te decimos que con la verdad, a veces será muy duro lo que le tengas que decir pero eres lo suficientemente adulto para suavizar o hacerle entender aquellas situaciones que ya de por si son complicadas para nosotros. 

3. AYÚDALE A ENTENDER
La muerte es difícil de comprender y las razones que llevan a la muerte muchas veces también. Ayúdale a entender, muchas veces solo necesitan saber porqué pasan estas cosas, y si no eres capaz de contestar házselo saber también, igual necesitan, simplemente, sentirse comprendidos.

4. AYÚDALE A GESTIONAR SUS EMOCIONES 
A estas edades es muy difícil que sepan gestionar ellos solitos sus emociones, sienten cosas que no saben explicar y se pueden dar casos en los que comiencen a cambiar su carácter, se hagan más introvertidos o comiencen a manifestar miedos a determinadas situaciones, entre otras muchas cosas. La solución a este problema es hablar del tema, que el niño exprese lo que siente y llegue el momento en el que sea capaz de reconocer sus propias emociones y gestionarlas.




5. PROTEGE SUS RECUERDOS
Sabemos que para ti también es duro y que lo que más deseas es que el niño vaya olvidando, pero eso no debe ser así. Ayúdale a recordar, a que no se borre de su memoria, pues esa también será una buena forma de gestionar sus emociones. Empieza cuanto antes, podéis reunir todas las fotos, los videos, los mensajes de voz y cualquier recuerdo relacionado con el familiar y hacer un libro, un collage, un desplegable, una historia, un power point, una caja de recuerdos, etc. En fin, infinidad de cosas que el niño puede guardar de recuerdo y recuperar siempre que quiera.


6. AYÚDALE A DECIR ADIOS
Con esto no queremos decir que tengamos que forzar al niño a despedirse de su ser querido si él no quiere, el niño lo hará cuando ya esté preparado. Habremos gestionado sus emociones con él y tendrá sus recuerdos a buen recaudo, y en ese momento y si vemos que está en condiciones de hacerlo, le ayudaremos a decir adiós. Se puede decir adiós de muchas maneras, la gente creyente suele hacerlo con una celebración, pero yo considero ese momento muy temprano y demasiado abstracto para un niño. Podemos animarle a escribir una carta, a hacer un dibujo, una manualidad, a visitar un lugar... lo que sea que haga que el niño se sienta satisfecho y le permita comenzar a llenar ese vacío que lleva dentro.


7. APÓYATE
Esta situación puede resultar muy dolorosa para ti y, por muy adultos que seamos, a veces no sabemos gestionar ni nuestras propias emociones. Hay muchos especialistas que pueden ayudarte a sobrellevar la situación como pueden ser los psicólogos, además de personas muy directas para el niño como pueden ser familiares, amigos o maestros de la escuela.

Pero además de personas, también es muy recomendable que te apoyes en ciertos recursos que te ayuden a hacerle entender al niño aquello que para ti es complicado de explicar, y uno de los recursos más aconsejable son los cuentos. 

Los niños entienden el mundo de manera muy distinta a nosotros y muchas veces necesitan verse reflejados en una historia para darse cuenta y comprender lo que les pasa, necesitan esa dosis de empatía por parte del personaje.

De la misma manera que utilizamos un cuento para quitar el pañal o el chupete, también existen cuentos que tratan el tema de la muerte y aquí te traemos una lista de los más recomendados:










"Recordar es el mejor modo de olvidar"